ANTOLOGÍAS
- Álvaro Valverde. Poética y poesía. (2004)
- Un centro fugitivo. Antología poética (1985-2012)
- Álvaro Valverde. Antología poética (1985-2015)
- Enclave (Poemas del molino) (2022)
- Meditaciones del lugar. Antología poética (1989-2018)
En 2004 tuvo lugar un acto en dos sesiones en la Fundación Juan March de Madrid. En la primera, Álvaro Valverde expuso sus ideas teóricas acerca de la naturaleza de la poesía; en la segunda ofreció la lectura de una antología de su obra poética. Ambas sesiones están disponibles en la web de la Fundación.
Álvaro Valverde. Poesía y poética. Madrid, Fundación Juan March, Madrid, 2004.
Álvaro Valverde: la vida que se escapa
Álvaro Valverde es uno de los nombres más propios de su quinta poética, la del 59, y uno de los poetas de trayectoria más seria y rigurosa e intransferible de nuestra lírica de hoy. Además de un par de novelas, Álvaro ha firmado poemarios imprescindibles de los últimos veinticinco años.
Ahí están títulos como Las aguas detenidas, Una oculta razón (Premio Loewe), Mecánica terrestre y Desde fuera. Por ello, hora era de que se editase una antología de garantías que recogiera lo mejor y más fundamental de su obra poética, que no es poca. Así ha sido, y la feliz idea ha corrido a cargo la editorial La Isla de Siltolá, dentro de su colección Arrecifes. El título, Un centro fugitivo y el editor igualmente de total solvencia, el también poeta Jordi Doce.
El propio Doce nos sitúa y presenta a Valverde: «Su poesía se inscribe por voluntad propia en un linaje de poesía meditativa que, entre nosotros formalizaron Unamuno y Machado, pero que sólo con Cernuda adquirió conciencia plena de su horizonte de expectativas…. y de los hitos que, dentro de la tradición española (Manrique, cierto Garcilaso, Aldana…) permitían incorporar sin excesiva rudeza los logros del romanticismo anglo-germánico».
[…]
Con sus versos, Álvaro Valverde habla por nosotros, nombra y renombra, certifica el demoledor paso del tiempo sobre los humanos y las cosas, echa sus redes y pesca para nosotros, los lectores, lo inasequible, lo que se ha ido, lo que fue.
Como concluye Jordi Doce: «El prodigio de la poesía radica precisamente en esto. Que solo el poeta dotado de una voz y un mundo personal, distintivo, es capaz de hablar en nuestro nombre, mostrar en qué radica nuestra vida. Pocos entre nosotros ha sabido ejercer este magisterio como Álvaro Valverde, y hacerlo con su rigor, su apego a lo real, su hondura expresiva».
Manuel de la Fuente. ABC, 29/05/2012.
Un centro fugitivo. Antología poética (1985-2012). Prólogo y selección de Jordi Doce. La Isla de Siltolá, Sevilla, 2012.
Álvaro Valverde pertenece a la Generación de los 80, como la denominó J. L. García Martín, aunque él prefiere el rótulo que utilizó otro profesor y crítico literario, Á. L. Prieto de Paula, para su florilegio Las moradas del verbo: el de “poetas españoles de la democracia”. La muerte de Franco y los primeros años del reinado de Juan Carlos I coinciden con su adolescencia, periodo en el que se inicia en la escritura de versos. Es, junto a Ángel Campos Pámpano y otros, uno de los poetas que optan por permanecer en su tierra para conseguir que Extremadura salga por fin de su secular atraso cultural y literario.
Se trata de una antología de poemas publicados a lo largo de treinta años que ilustra con sus dibujos de línea clara Esteban Navarro y está destinada, en principio, a los lectores más jóvenes. No en vano forma parte de la colección El Pirata, una iniciativa de la Editora Regional de Extremadura, en colaboración con el Grupo de investigación de Literatura Infantil y Juvenil de la UEx, para difundir la poesía extremeña de todas las épocas entre los jóvenes lectores. A diferencia de otras ediciones, esta conjuga el texto literario y la ilustración con una intención didáctica.
Álvaro Valverde. Antología poética (1985-2015). Colección El Pirata. Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2017.
Selección de poemas
Como ya he contado alguna vez, a mediados de los años setenta del siglo pasado, los padres de Yolanda –entonces mi novia– adquirieron un molino de agua ubicado en un pequeño valle entre el del Jerte –famoso por su millón de cerezos– y La Vera; a orillas de la Garganta del Obispo, que baja desde las estribaciones de Gredos, a la altura de Piornal, y pasa por otro precioso pueblo serrano: Barrado. En ese paraje que Antonia y Zacarías rescataron del olvido y de la ruina, ha pasado uno muchas horas. En ningún otro sitio he disfrutado tanto de la lectura –en interminables tardes de verano, por ejemplo– y bajo las arcadas del porche o a la sombra de la parra he escrito no pocos poemas en soledad y silencio. Siquiera a ratos, porque lo normal era estar acompañado del resto de la familia. Allí aprendieron a andar mis hijos y mis sobrinos, en el estanque disfrutaron del baño a risa viva y sus juegos llenan de voces infantiles mis recuerdos, por no hablar del incesante murmullo de las conversaciones de los adultos.
Todos los poemas que componen esta antología están situados en El Molino, que es como se bautizó sencillamente esa casa de campo construida con piedra y rodeada de robles, alisos y árboles frutales que dejó de cumplir hace décadas una función práctica para convertirse en una suerte de refugio donde disfrutar del ocio.
Enclave (Poemas del molino). El Orden del Mundo, Lucena, 2022.
Poemas (extracto)
BAÑO
Ayer, en el molino,
me bañé otra vez solo
en el estanque.
Como siempre, al entrar,
aquél me pareció mi primer baño.
Como siempre, al salir,
tuve la sensación
de que era el último.
EN EL MOLINO
La escena es conocida:
canta en la rama un pájaro sin nombre,
la garganta susurra su rodar incesante,
los cerezos dan luz a la tarde grisácea
y los niños, al fondo, juegan en el pasado.
Uno se sienta aquí, en el sitio de siempre,
y lee o escribe aún el mismo libro.
Sólo nos faltas tú. Dabas sentido
a lo que, contra el tiempo, levantaste
con clara voluntad de permanencia.
Eso que, estés o no,
será la cifra,
el genio y la razón
de este lugar.
La vida como viaje es un motivo que atraviesa toda la obra de Valverde desde su primer libro, Territorio. De un alejandrino de esa obra inaugural toma el título esta nueva entrega, que consta de dos cuadernos de viaje: «Cuaderno de Sofía» (dedicado a la capital búlgara) y «Cuaderno suizo» (dedicado a las ciudades de Grandson y Ginebra).
El primero es fruto de un viaje accidental que impresionó profundamente al autor y sus versos surgen casi como impromptus. En el segundo cuaderno recoge, a modo de homenaje,
composiciones inspiradas en poetas que vivieron o tuvieron relación con esa ciudad literaria y cosmopolita que es Ginebra. Así, el argentino Jorge Luis Borges (que allí murió y está enterrado) y los españoles María Zambrano (pensadora de la razón poética), José Ángel Valente, Alfonso Costafreda, Pere Gimferrer y Aquilino Duque…, todos confluyen en estos versos que festejan a la par la lírica y el descubrimiento del viaje.
Meditaciones del lugar. Antología poética (1989-2018). Prólogo y selección de José Muñoz Millanes. Pre-Textos, 2024.